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Mirando al pasado

Aunque me gustan mucho las palabras y los libros (mucho más que los números) soy de esas personas que están de acuerdo con la frase “una imagen vale más que mil palabras”. Las fotografías transmiten historias y sentimientos, e incluso pueden llegar a cambiar el estado de animo de una persona. Por eso, no me sorprendió, en absoluto, emocionarme tanto al encontrar el álbum de fotos de mi abuela, o como lo llamo yo, mi propia (y exclusiva) maquina del tiempo.

Era un álbum de fotos viejo, cubierto de polvo, y con las paginas amarillentas. Estaba colocado en la ultima estantería de la enorme librería que tienen mis abuelos en su casa de campo. La probabilidad de que alguien, alguna vez, lo encontrara era mínima ya que su destino era perder en el olvido, pero por alguna inexplicable razón de la vida, aquel pequeño tesoro acabo en mis manos.

Libro de fotos antiguo

En su interior, había miles de fotografías. Las primeras, en blanco y negro, eran de los primeros años de matrimonio de mis abuelos en los 50. Las del medio, de la infancia de mi madre junto a sus hermanas. Y por último, ya en color, había numerosas fotografías de la juventud de mi madre en la década de los 70 y los 80.

Examinar como todos iban vestidos, el tipo de fotografía, e incluso como posaban, me hizo darme cuenta del gran salto cultural que ha habido en tan solo unas décadas. Nosotros vivimos en la época en la que “ que nos lo han dado todo hecho” . Tenemos internet, televisión con cientos de canales, móviles con cámara de fotos, redes sociales, conocimiento…Pero eso no fue así en todo momento. La televisión solo tenia dos canales, si querías buscar información tenias que acudir a las enciclopedias, no había tantas tiendas de ropa, tan solo había un teléfono para toda la casa…. Todo era muy distinto hace cuarenta años. Además, España no era Estados Unidos, no era un país tan avanzado y liberal.

Madrid 70s

Empecé a imaginar como seria mi vida en lo que mi madre denomina como “su época”: que planes haría, que ropa llevaría, que música escucharía, como seria mi día a día… Me di cuenta que muchas cosas han cambiado, pero también como otras, a pesar del tiempo, siguen permaneciendo igual. Hemos aprendido, pero también hemos perdido muchos valores.

Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de escribir sobre esto. Pensé que seria interesante y divertido comparar mi generación con la de mis padres . Nuestra manera de pensar, actuar y ver el mundo, y como de forma voluntaria vamos cometiendo sus mismos errores, aun así sabiendo más de lo que se sabia entonces. Nuestros padres, aunque tan solo queden las fotografías para demostrarlo, también fueron jóvenes y también bailaron en discotecas (o guateques) hasta la madrugada. Tenemos ante nosotros una generación de la cual sabemos muy poco.

Aquí, quiero hablaros de moda, música, televisión, de todo un poco. Todo lo que nos diferencia de nuestros padres, pero que también nos une, cada vez más, a ellos . Utilizaré fotos para demostraros que todo de lo que hablo es verdad, y para que por vosotros mismos comprobéis que la época de mis padres, de los vuestros, a pesar de no tener casi ninguna de las ventajas con las que nosotros contamos, era un momento estupendo para vivir.