La llegada de las nuevas tecnologías ha revolucionado la maternidad. Internet ha abierto un mundo de posibilidades a los padres y madres pero, a pesar de las múltiples ventajas que puede suponer su uso relacionado con la maternidad, no se deben olvidar los contras que supone.
La libertad de información que hay en internet lo convierte en un recurso de gran utilidad para esos pequeños problemas del día a día, para compartir experiencias con otras personas que estén pasando por la misma etapa de su vida, o servirse del anonimato para resolver dudas que en tu círculo más cercano da vergüenza confesar.
Si bien la información que ofrece en forma de artículos, webs o blogs es de gran utilidad, es sin duda en la complicidad que se forma entre usuarios donde reside su atractivo. Conocer las experiencias de otros padres y madres ayuda a sentirse apoyados en el duro proceso de tener un hijo, además de ser una fuente creíble de consejo e incluso de consuelo en los momentos de más debilidad.
Sin embargo, esto puede suponer al mismo tiempo uno de los mayores contras de internet. Guiados por los consejos que encuentran en la red, los nuevos padres muchas veces confían en falsos mitos o creencias que pueden llevarles a error en el cuidado de sus hijos.
Otro de los aspectos de más riesgo en el uso de internet, y al que muchas veces se le da menos importancia de la que merece, es la falta de seguridad y privacidad a la hora de compartir contenidos. Redes sociales como youtube, instagram o facebook son las favoritas de los padres para colgar contenidos sobre sus hijos debido a su capacidad de comentar e interactuar con los demás. Sin embargo, suele olvidarse el hecho de que sus hijos son menores de edad y que, por tanto, son los padres quienes deben proteger su intimidad.